Razones para dejar de fumar

Para ver las razones para dejar de fumar, deberíamos primero plantearnos porqué fumamos.

  1. Como estimulante. Sientes que el tabaco te ayuda a despejarte, a mantener un nivel elevado de atención, te estimula, incrementa tu energía y, en general, te ayuda a seguir adelante.
  2. Como refuerzo gestual. En ocasiones, tener algo entre los dedos te resulta gratificante, te ayuda a sobrellevar con mayor aplomo algunas situaciones, sientes que te da mayor presencia, o simplemente te resulta entretenido.
  3. Por placer-relajación. No siempre es fácil distinguir si fumas para sentirte bien, es decir, para obtener placer, o bien para evitar sentirte mal. Si lo que buscas es placer, encontrarás placeres alternativos mayores y mejores.
  4. Para reducir estados negativos. Con frecuencia, crees que el cigarrillo te ayuda a superar los momentos difíciles, el estrés, los problemas diarios.
  5. Por adicción. Ya lo sabes, tienes una fuerte adicción. Pero lo que tal vez no te hayas planteado nunca es que, precisamente por qué te resulta tan difícil prescindir del cigarrillo para funcionar normalmente, cuando lo consigas podrás darte cuenta de que, en realidad, tú puedes más que el tabaco, valorarás enormemente tu logro y sentirás que no vale la pena volver a la situación de dependencia anterior.
  6. Por automatismo. Ya no disfrutas de la mayoría de cigarrillos que fumas, tu relación con el tabaco es inconsciente, mecánica, automática. Tu principal objetivo ahora es romper las asociaciones inconscientes que has establecido entre el acto de fumar y tus hábitos cotidianos.
Una vez vistas las razones por las que fumas pasamos a ver razones por las que dejar de fumar:

Por motivos de salud:
  • Para respirar mejor.
  • Para cansarme menos y dejar de toser.
  • Para vivir más años y vivirlos mejor.
  • Para reducir mis posibilidades de sufrir un ataque al corazón, una embolia o algún tipo de cáncer.
  • Para respetar el derecho a la salud de las personas con las que convivo, especialmente: niños, ancianos o personas con problemas de salud.
En mujeres embarazadas:
  • Para aumentar la posibilidad de tener un bebé saludable.
  • Para disminuir complicaciones durante el embarazo y el parto.
  • Para evitar graves riesgos de salud a mi futuro/a hijo/a.
Para mejorar la calidad de vida:
  • Para recuperar el buen aliento y no ahuyentar a nadie de mi lado.
  • Para que mi ropa no apeste a tabaco.
  • Para disfrutar en mi casa de un ambiente más fresco y limpio.
  • Para que mis besos no sepan a cenicero añejo.
  • Para no quemar más camisas, pantalones y jerséis.
  • Para recuperar una dentadura blanca y limpia.
  • Para gastarme el dinero en cosas más gratificantes: música, perfumes, libros, cine, teatro, juegos, viajes, vacaciones, etc.
  • Para no tener que pintar la casa cada año.
  • Para ahorrar en tintorería.
Por autoestima y preocupación por los tuyos:
  • Para librarme de esta horrible esclavitud.
  • Porque yo valgo demasiado como para dejarme machacar por el tabaco.
  • Para evitar el envejecimiento prematuro de mi piel.
  • Para que mi rostro recupere el aspecto de la edad que realmente tengo.
  • Para dar una alegría a mi pareja (y porque así dejará de agobiarme con el tema...).
  • Para ser un buen ejemplo para mis hijos, espero que nunca tengan que pasar por esto!.
Aparte de escuchar a quienes ya han dejado de fumar, también debes saber lo que revelan los miles de estudios epidemiológicos realizados a lo largo de los últimos 50 años. Sus resultados están ya fuera de toda duda: a medida que pasa el tiempo, aumentarán los beneficios de dejar de fumar para tu salud.
La investigación disponible indica que todas las personas pueden dejar de fumar, y que en algunas circunstancias vitales es un cambio que no puede esperar más, una condición indispensable para seguir adelante. Si te encuentas en alguna de las siguientes situaciones, no lo pospongas. Tienes mucho que ganar.

Es esencial dejar de fumar cuando:
Si has ingresado en el hospital.
Al dejar de fumar, reducirás los problemas de salud que te han llevado al hospital y, no lo dudes, incrementará la eficacia del tratamiento que estás recibiendo.
Si acabas de sufrir un infarto.
Al dejar de fumar, reduces el riesgo de sufrir un segundo ataque al corazón.
Si tienes cáncer de pulmón o algún otro tipo de cáncer derivado del tabaquismo.
Al dejar de fumar, incrementas la posibilidad de recuperación.
Si sufres diabetes.
Fumar no sólo incrementa el riesgo de sufir diabetes sino que, para las personas ya diagnosticadas de esta enfermedad, fumar duplica el riesgo de sufir un infarto, cuadriplica el riesgo de otras lesiones cardiacas, incrementa la aparición de úlceras o gangrena en las piernas, aumenta los problemas de impotencia en los hombres e incrementa el riesgo de hipertensión.
Si estás embarazada o acabas de tener un bebé.
Al dejar de fumar, proteges tu salud y la de tu bebé.
Si eres padre o madre.
Al dejar de fumar, proteges a tus hijos e hijas de las enfermedades causadas por el aire contaminado por humo de tabaco. Además, les proporciona un buen ejemplo, contribuyendo a disminuir la probabilidad de que empiecen a fumar o a consumir otras drogas.